lunes, 12 de febrero de 2007

¿INFORMAR, FORMAR Y ENTRETENER?

Informar, formar y entretener. Son los pilares básicos de la televisión en nuestro país. ¿Realmente lo son? Deberían serlo. Entretener entretienen, con unos contenidos muchas veces más que discutibles y a un precio que no todos estamos dispuestos a pagar. Como por ejemplo recrearse en las penas de personajes televisivos que por cuatro duros nos "entretienen" toda una tarde hablando de sus calamidades, y si gracias a las insistentes preguntas de los "colaboradores" el invitado suelta alguna lagrimilla, mejor que mejor. ¡Seguro que hacemos pico de audiencia! ¡Y le llaman periodismo! Así, sin pelos en la lengua PERIODISMO le llaman. ¡Increíble! Sobre el mundo de la prensa rosa y demás demonios podríamos hablar largo y tendido. Pero a estos lobos se les ve asomar las orejas. El problema es que la desinformación se cuela también en nuestras casas a través de los programas informativos. Cada día los informativos se llenan de noticias "amables" dejando de lado informar. La información internacional es más bien escasa, y para guinda del pastel ahora Telecinco ha decidido prescindir de la sección de Economía en sus Informativos. Debe de ser tendencia, pues es Antena 3 han abandonado a Montserrat Domínguez y su análisis político dejando paso a un Espejo Público mañanero cargado de sucesos sin análisis crítico y profundo d nada.


"La información no atrae a la audiencia" Eso debe ser lo que piensan los lumbreras que toman estas decisiones. Yo opino que se hace esto porque es la salida más fácil, la que no compromete, la que no incomoda a los políticos ya esten en el gobierno o en la oposición. Es la opción más cobarde pero más segura.


El periodismo de nuestro país está sufriendo una época muy oscura. Pierde credibilidad por momentos y es lamentable.


La llamada de atención la puso Buenafuente el jueves pasado cuando decidió rechazar el Premio Micrófono de Oro de la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión, porque su nombre estaba en el mismo saco que Jiménez Losantos:


"Ante la libertad de premiar, está la libertad de rechazar el premio, y este Micrófono de Oro lo rechazo porque no quiero estar en el mismo palmarés que un personaje cuya concepción de la radio es por completo ajena a la mía. Yo respeto mucho esta profesión, y la forma que tiene esta persona de llevarla a cabo me ofende. No es la radio que a mí me gustaría para este país. Se puede optar por la discrepancia en silencio, pero yo he optado por decir en voz alta que no soporto estos premios salomónicos que tratan de honrar colores imposibles. Así tratan de decir que todo vale, y poco a poco se va pudriendo el periodismo. Y quería dejar clara mi discrepancia. En voz alta".

A esta explosión de aparente sinceridad se le sumaba ayer Luis del Olmo poniendo el grito en el cielo incapaz de entender como el jurado le otorga el premio "a un señor que cada mañana vomita contra la Constitución". Dejando entrever en su entrevista que sigue en la radio cada mañana es gracias al PP.

Independientemente de la tendencia política de cada cuál creo que los informadores deberían ser más responsables. Ser conscientes de que tienen en sus manos la responsabilidad de informar al país, de dar a conocer los hechos y sus implicaciones. Diferenciando en la medida de lo posible la información de la opinión y alejándose de la "no confrontación" ese sentimiento de no querer desagradar a quien tiene el poder. Deberían hacer un verdadero esfuerzo por regresar a la utopía del verdadero periodismo. Sé que es muy difícil, y más luchando contra cabezas "no pensantes" que se rigen únicamente por los índices de audiencia y la caja de caudales, pero tendiendo hacia un imposible se pueden ir dando pequeños pasos. O eso quiero pensar.

Feliz Lunes.

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