viernes, 31 de octubre de 2008

HALLOWEEN

Hacia el siglo VIII, la Iglesia Cristiana convirtió el día 1 de noviembre en el día de Todos los Santos para rendir homenaje a todos los santos que no tuvieran un día particular de celebración. A lo largo de los años, estos festivales se combinaron, y la mayoría llamó "All hallowmas" (la masa de todos los santos, de las personas santas) al Día de Todos los Santos. La noche anterior se conoció como "All Hallows Eve" (Víspera del Día de Todos los Santos). Con el tiempo, su nombre se convirtió en Halloween.
Lo de disfrazarse en la noche de Halloween se está popularizando en España cada vez más. Que tengáis una "terrorífica" noche de Halloween. Para ambientarla os dejo con uno de los mejores videos musicales de la historia. Michael Jackson no es plato de mi devoción como persona, pero hay que reconocer que es un artista. Que pena que hoy en día se hagan tan pocos videoclips originales que cuenten historias y no solo el book audiovisual del guapit@ de turno. En fin, lo dicho, os dejo con Thriller. Para verlo pichad aquí


jueves, 9 de octubre de 2008

TERMINATRON SEGUNDA PARTE

Dicen que segundas partes nunca han sido buenas, pero estos chicos que tienen ganada!!Después de Terminatron llega la tan esperada segunda parte. judgad vosotros mismos. Sed buenos u "os espachurro"

viernes, 3 de octubre de 2008

VIERNES DE RISAS

Ya está aquí el finde semana. ¿Qué os parece pasarlo con humor? Después de la lamentable risoterapia para paliar la crisis os dejo con "Aznar" cantando en un casting del Operación Triunfo de Polonia. Muy bueno. Sed felices.

jueves, 2 de octubre de 2008

SOBRE CELOFÁN Y BELLEZA INTERIOR

Hace un par de días escuché en la radio algo que me hizo que pensar. La locutora comentaba cómo Esther Cañadas decía que se sentía fea, que por eso se había vuelto a operar os labios, y que si se tuviese que poner una nota sería un cinco y si se maquillaba primero. Una escucha esto y piensa, una de dos, que la Esther esa repugna por su falsa modestia o que es imbécil profunda. Lo cierto es que la historia me dio pena. los complejos existen, están ahí y unos días se llevan mejor que otros. El problema llega cuando dejamos que nos dominen. El aspecto es importante y sería una cínica si lo negara, pero hay que ser persona y aprender a quererse a uno mismo.
Hacemos verdaderas burradas para cambiar nuestro físico: pechos, cartucheras, barriga, tobillos...sí, conozco a una chica acomplejada por sus tobillos. Es un mundo ridículo que da demasiada importancia a la apariencia y somos unos ridículos por hacerle tanto caso.
el otro día en el vestuario del gimnasio una chica al desvestirse descubrió todo el cuerpo envuelto en celofán de ese utilizado para envolver alimentos. Flipé. Intenté disimularlo, pero no podía dejar de mirar atónita, al final le pregunté "se suda más" fue su respuesta. Yo no podía dejar de recordar la escena de Tomates Verdes Fritos en la que la mujer se pone de esa guisa para atraer la atención de su marido.
En fin, que no quiero caer en el tópico de que "la belleza está en el interior" del que se ríe el cortometraje de hoy. No. Pero sí que quiero reivindicar la aceptación y evitar en la medida de lo posible ser esclavos de parámetros absurdos y muchas veces poco saludables.
Disfrutad que ya es jueves.

miércoles, 1 de octubre de 2008

OCTUBRE


OCTUBRE SIN RAÍZ
Octubre tiene voz metálica,
suena a broce, a tañido de difunto,
a vísperas.
Suena a deserción o, más exacto,
a adiós definitivo.
Es como un fantasma disfrazado de ocres
queriendo confundir
la diáfana escala de los iris.

Octubre no soporta
la locura de los dioses,
por eso miente,
los envuelve en impúdicos relojes sin sentido,
que laten desde dentro,
con el fracaso metálico de octubre.

Octubre está huérfano de malvas,
no tiene mensajes, ni colores,
trae sólo un abandono
que encadena el insomnio y la amargura.
Nunca fueron de plata sus cometas,
nunca un amante océano fue su gesto.

Y porque suena a bronce,
a inevitable deserción,
octubre sigue siendo la deriva,
la venganza,
la cruel pisada que atenaza los sueños,
la muerte.

Carmina Casala