Esta tarde en la sobremesa con mis compañeros, ya amigos, del trabajo, ha surgido una acalorada conversación sobre la motivación laboral y si debemos buscar nuevos caminos o conformarnos con lo que tenemos. Lo cierto es que mi trabajo me gusta, a pesar de los pesares que no son pocos. Y además tengo la suerte de cobrar bien por hacer lo que me gusta pero... ¿Ya está? ¿Eso es todo? ¿He acabado el camino con veinticinco años?
No hay que perder la perspectiva de la realidad. Los castillos en el aire siempre se me dieron muy bien, supongo que porque quiero creer en los cuentos de hadas. ¿Pero que hay de malo en eso? Quiero seguir teniendo ilusión, seguir soñando. Porque a mí es lo que me da la fuerza para no mandar al jefe de turno a tomar por el culo. O a ese otro compañero que huele a rancio y amargado y que se propone cada mañana recordarte lo desgraciado que eres, decirle que es un gris y que lo más triste es que no podrá cambiar. Porque no soy una desgraciada, me gusta mi trabajo y me gusta creer que iré mejorando y progresando en mi carrera profesional. Porque si me dejo contagiar por ese moho del desencanto comenzaré a pudrirme y... coño tengo veinticinco años!!!
Sé que es más fácil decir en voz alta que esto es lo que hay y que es maravilloso que sea así, que somos conscientes de nuestro propio conformismo y es una decisión personal.
Pero sé también que en el fondo no os lo creéis porque vosotros no sois unos rancios, vosotros valéis mucho más. Aunque de vez en cuando caminemos por horas bajas y el tiempo se nos antoje monótono. Tenemos ilusión y eso es lo que nos diferencia.
“Que ser valiente no salga tan caro...que ser cobarde no valga la pena”
1 comentario:
HOla...estoy muy de acuerdo contigo. Mi motivación consiste en seguir aprendiendo y no dejar de hacerlo nunca, pero a veces eso conlleva el cambio, la inseguridad, los miedos de cada uno...que a veces consiguen que te quedes donde estas. Y quedarse me parece muy respetable, pero no cuando por dentro existe un sentimiento que te dice "investiga, curiosea, descubre nuevos caminos"...porque si lo sentimos pero no lo hacemos vamos en contra de nosotros mismos. Una persona me dijo hace tiempo "valiente no es el que no tiene miedo, sino el que a pesar del miedo hace las cosas".Creo que no hablas de montarse castillos en el aire, sino de VIVIR.
Ahí va una frase que he visto de Jorge Bucay: " Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.´"
Dejemos de tener miedo a equivocarnos.
Un abrazo
Martina
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