Un año más el paso de las Perseidas despierta la ilusión de los soñadores. Aunque en esta ocasión me he quedado sin verlas pasar. "Las estrellas son de pueblo", y yo que ahora vivo en la gran ciudad lo tenía muy complicado.En primer lugar el inminente madrugón a las cinco de la mañana, sumado a un atroz insomnio que me hizo dar vueltas y más vueltas hasta las tres de la madrugada. Luego debía escapar con el coche a un lugar apartado y oscuro donde la contaminación lumínica de la capital no estropeara el espectáculo. Finalmente y muy a mi pesar el sueño me ganó el pulso. De todos modos estos días continuarán pasando asi que con suerte quizá vea caer una estrella. No olvidéis pedirle un deseo mientras pasa.
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