REVISIÓN DE INTENCIONES

Cuando uno deja de escribir, lo que antes era cotidiano se vuelve tedioso, y de pronto piensas más de lo necesario sobre el "qué" y el "para qué" decidiendo que no vale la pena.

Hoy no me siento derrotista y quiero dejar que las palabras fluyan y digan lo que quieran decir.

Cuando arranqué este proyecto creía que tenía algo que compartir, y ha sido muy bonito, pero realmente se comparte más con los que más cerca están. Y los pájaros en la cabeza, los sueños reponedores, la imaginación que me evade de estas paredes... todo eso sigue teniendo cabida en este rinconcito especial donde el Duende sigue sonriéndome cómplice de mis desvaríos.

Avanzando... dejando atrás los miedos mohínos, rancios, añejos. Respiro profundamente y me prometo a mí misma no perder mi autenticidad... y AVANZO.