Ahí va un adelanto de un posible buen artículo para el duende… por Alex Rovira, El País Semanal. (con mucha razón… es lo que yo llamo… la esencia de los pequeños detalles…)

... Siempre podemos llegar a la felicidad de la mano de la alegría. Mucho tenemos que aprender los humanos de los pigmeos, que desde su desnudez nunca tuvieron necesitad de romperse la cabeza intentando conceptuar qué es la felicidad, ya que ellos, simplemente, experimentaban la alegría. Ésta es más directa, más simple, más fácil, más inocente y más tangible que la felicidad. La alegría nos espera en las pequeñas cosas de la vida para susurrarnos al oído que, a través de ella, podemos ser felices.

En el fondo, los pigmeos tenían razón; no es tan complicado ser feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario