Quien domina la belleza de las palabras consigue transmitir sentimientos, encontrar empatía, hacerse entender en todo su esplendor. La letra de esta canción me agarró por dentro hace tiempo. Es un grito a la libertad de amar, a su fuerza y su poder. Las adversidades, los problemas, son pequeñas piedras en el camino si se afrontan en común. Una canción fuerte, alta, con un ritmo frenético con el que Marea imprime a esta canción rabia y pasión.
Ponte el moño apretao, sirena, que se joda el viento,
rompe las horquillas de espuma,
y déjame que te remache sonrisas de hierro
de ésas que disipan las brumas,
y sé que entre los males nos lloverán cristales,
yo iré descalzo y tú desnuda,
yo iré descalzo y tú desnuda,
al son del amor del ronco tambor que toque la luna.
y a hacer un nido en su ramaje,
y allí reírnos viendo como a cada minutero
se lo devora el oleaje,
que cuando entre mis brazos resuenen cañonazos
yo iré perdido entre tus dunas
yo iré perdido entre tus dunas
dejándolo todo, quemando los tronos donde reinen dudas.
que quiera mecerte a su antojo,
si no somos nadie a nadie va a encontrar,
y si a las heridas quiere echarles sal
sólo va a encontrarse cerrojos
y las cicatrices de la soledad.
Coge resina para untarnos poco a poco el cuerpo,
por si vuelve la ventolera,
y mientras tanto, entre los huecos que nos deje el tiempo,
deja volar tu cabellera,
que si a nuestra locura vuelven nubes oscuras
nos cogerán frente con frente y codo con codo,
cada vez más solos, rodeados de gente.
Y báñate en mis ojos, que se joda el mar
que quiera mecerte a su antojo,
si no somos nadie a nadie va a encontrar,
y si a las heridas quiere echarles sal
sólo va a encontrarse cerrojos
y las cicatrices de la soledad.
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