Hoy en día con las nuevas tecnologías las horas, los minutos y los segundos se miden de otro modo. Los tiempos de espera se han acortado a todos los niveles, las posibilidades de aprovechar más ese tiempo son infinitas. Pero lejos de relajarnos y ayudarnos a disfrutar más del tiempo libre que ganamos nos avoca al ansia de la inmediatez. Todo lo queremos para ya, y el encanto artesanal que requiere su tiempo nos parece una absurda manera de perderlo.
Esta es la sociedad que estamos creando, entre todos, cada vez más impacientes y ocupados. Por eso me maravilla descrubrir trabajos como éste en el que con un auténtico trabajo minucioso y paciente se consigue un encanto... diferente y único. Un gustazo.
Habrá que esperar a verla en los cines para comprobar si también a la historia le han dedicado su tiempo.
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