Comienza con dos palabras "Nants ingonyama" y a partir de ese momento no cierras la boca durante tres horas de espectáculo.
El Rey León, el musical; un despliegue de imaginación, color y belleza en estado puro. Un universo único que te envuelve desde el primer momento. Si has visto la película te sorprenderá como han solucionado alguna de las escenas más complicadas.
Todo un equipo de profesionales, voces cautivadoras y una escenografía... que me ha dejado sin palabras.
Os dejo un pedacito de la obra. Disfrutadlo y si podéis, acercaos al teatro Lope de Vega, en Madrid, para disfrutarlo en persona porque realmente merece la pena.
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